Es engañoso que los precios en El Salvador han cambiado porque la inflación bajó

Douglas Rodríguez, titular del Banco Central de Reserva, habló de un cambio de precios en los bienes y productos que se comercializan en el país debido a que la tasa de inflación general ha disminuido. Sin embargo, omitió hablar del comportamiento de la inflación en rubros en específico, como el de los alimentos, que, para el caso de El Salvador, duplica a la tasa de crecimiento de inflación general.

Douglas Rodríguez, presidente del BCR, en conferencia de prensa. Foto/Twitter del BCR

Por Karla Arévalo

Octubre 9, 2023

El presidente del Banco Central de Reserva de El Salvador (BCR), Douglas Rodríguez, destacó recientemente que los precios en el país han cambiado debido a que la tasa de inflación —parámetro con el que se evalúan los precios de los bienes y servicios que se comercian en un país— ha disminuido en los últimos 12 meses.  

“El tema de precios ha cambiado en El Salvador. Tenemos 12 meses de que la inflación sigue en descenso.  En enero teníamos un 7 %, ya en agosto registramos un 3.1 %. Es decir, la inflación en el país va descendiendo”, dijo en el programa estatal Entrevista AM, del canal 10.

La declaración, sin embargo, encaja en la definición de “Engañosa”, que es una de las categorías bajo las que OjoDeGato hace verificaciones al discurso de los funcionarios. Aunque Rodríguez no especificó si el cambio en los precios es positivo o negativo ni habló de un cambio de precios en algún rubro en específico, lo cierto es que la tasa de inflación puede verse de dos formas: a nivel general, como lo plantea el funcionario, en la que se analizan los precios de un conjunto de bienes y servicios; y también a nivel de rubro donde puede evaluarse qué tanto han crecido o disminuido cada uno de los productos y servicios que se comercializan en el país, por ejemplo, los alimentos. 

El funcionario destacó en sus declaraciones únicamente la tasa de inflación en general, cuya disminución es un hecho desde hace doce meses. Por ejemplo, en septiembre de 2022, el crecimiento de la tasa de inflación general fue del 7.49 %. En septiembre de 2023, el crecimiento bajó al 3.02 %. Es decir, la mitad menos. Sin embargo, el funcionario no se detuvo a hablar sobre cómo han variado los precios de los productos o bienes en específico, cuyos precios han crecido en algunos rubros y bajado en otros, lo que altera el comportamiento general de la tasa. 

“El índice general (tasa de inflación en general) dice que la variación de precios en los cientos de productos creció un 3 % (en septiembre de 2023), pero al interior uno puede ver que hay unos productos que están creciendo y otros bajando. Por ejemplo, los alimentos siguen creciendo con tasas del 10 %, 8 % y 7 % en abril, mayo y junio respectivamente. Pero esa subida se une a otras rebajas, como en comunicaciones, o educación que no tiene variación de precios”, explicó a GatoEncerrado la economista Tatiana Marroquín.

Para la economista, el indicador de inflación general no es una buena medida para afirmar que a la gente le está costando menos o más sobrevivir. Lo ideal es evaluar, a detalle, los cambios en los precios de cada uno de los productos o servicios que se comercializan en El Salvador.

 Otro ángulo planteado por el economista Rafael Lemus a GatoEncerrado es que una tasa de inflación general baja, como la que actualmente tenemos del 3 %, no se traduce en que los precios ya no están subiendo, sino más bien que el ritmo o la velocidad a la que crecen está cediendo; es decir, es más lento. 

“Los precios siguen creciendo, siguen aumentando, pero el ritmo o la velocidad es menor en la medida en que la inflación general es cada vez menor. La gente sigue perdiendo poder de compra. Que ya no es el 8 % de inflación general y ahora es el 3 % siempre se sigue perdiendo poder de compra, pero a un ritmo menor”, explicó.

En el caso de los alimentos, por ejemplo, este ha crecido a casi el doble de la inflación general. Lo que representa una presión en la economía de las familias más pobres, cuyo dinero lo gastan mayormente en alimentarse. 

Al evaluar la matriz del Índice de Precios al Consumidor (IPC), los alimentos, los restaurantes y los hoteles son los rubros con la tasa de crecimiento inflacionaria más alta de los 12 rubros que la componen. Es decir, estos productos y servicios superan al doble la tasa de inflación general lo que se traduce en que sus precios crecen a un ritmo más acelerado que el resto.