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Por Xenia Oliva
El organismo International Crisis Group, que se enfoca en prevenir conflictos armados y en desarrollar análisis para impulsar un mundo más seguro, presentó un estudio extensivo sobre la situación actual en El Salvador y las consecuencias de mantener una política de seguridad solo enfocada en el lado represivo.
“Al haber más que duplicado la población penitenciaria, el país se encamina a una crisis humanitaria en sus cárceles, mientras que las pandillas, aunque ahora estén desorganizadas, podrían contraatacar”, señaló Crisis Group en su informe.
El organismo señaló que el presidente de El Salvador ha emprendido la mayor redada de presuntos pandilleros “jamás vista en Centroamérica”, a através del régimen de excepción.
“Pero, aunque las tasas de homicidios están llegando a nuevos mínimos, con muchos pandilleros encarcelados o prófugos, esta política draconiana genera otras preocupaciones que requieren atención. Las pandillas podrían reagruparse para tomar represalias, mientras que una crisis humanitaria y de derechos humanos crece en las cárceles del país. Para el bien del país a largo plazo, las autoridades deben crear una ruta para que los pandilleros se reintegren a la sociedad como ciudadanos respetuosos de la ley”, sostuvo el organismo.
En el informe se señaló que la campaña de detención de personas que hayan tenido o pudieran tener vínculos con pandillas podrían hacer que expandilleros vuelvan a delinquir. La entidad consideró preocupante que se esté arrestando de forma masiva a expandilleros que se habían convertido al cristianismo.
Since March, 53,000+ alleged criminals have been arrested in #ElSalvador as part of President #Bukele’s war on gangs.
— Crisis Group (@CrisisGroup) October 6, 2022
Yet this mass incarceration strategy is unsustainable.
What would a more effective approach look like?
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“El grave hacinamiento, combinado con la negativa del gobierno a asumir la responsabilidad de lo que ha salido mal, desde muertes bajo custodia hasta arrestos injustificados, podría alimentar las tensiones en las cárceles, dando lugar a motines y fugas”.
En el informe se recordó cuál fue la experiencia en el país en 2015 tras la ruptura de la tregua con las pandillas, cuando hubo un alza de homicidios, llegando a tener la tasa más alta del mundo.
Además, señaló que el abuso de poder ha caracterizado las medidas tomadas durante el régimen.
La situación en las cárceles también es muy grave. Crisis Group indicó que pandilleros activos son recluidos con jóvenes inocentes y otros que ya habían abandonado las pandillas, incluyendo pastores evangélicos.
“Algunos pastores y expandilleros detenidos habían sido beneficiarios de un proyecto piloto de rehabilitación a cargo de agencias de la ONU y USAID, con respaldo del gobierno, y que Marroquín había citado como prueba de que la reintegración es posible”, se expresó en el informe en referencia al director de la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín.
El informe destacó que la población penitenciaria de hombres se ha duplicado y la de mujeres se ha cuadruplicado.
“Al encarcelar indiscriminadamente a expandilleros, el gobierno está desincentivando la reintegración social de miles de salvadoreños que, después de pagar por sus delitos en prisión, están desesperados por construir una nueva vida respetuosa de la ley. También pueden estar llevándolos de regreso a las pandillas”, indicó el informe.
Ante la situación, Crisis Group recomendó que el gobierno no solo se enfoque en tácticas de mano dura a largo plazo, sino también en abrir las puertas a una salida a los pandilleros que estén dispuestos a reintegrarse en una sociedad respetuosa de la ley. Además, llamó a que los socios extranjeros apoyen estas iniciativas.
