En el cantón Las Crucitas, del municipio de Panchimalco, San Salvador, una familia se mantiene aferrada a la esperanza de que les devuelvan la libertad a dos de sus miembros: los hermanos Daniel Antonio Benito Miranda, de 26 años, y Juan Carlos Benito Benito, de 24 años.
La madre de ambos jóvenes asegura que ellos nunca han estado involucrados con las pandillas y que desde pequeños comenzaron a trabajar para ayudarle con los gastos del hogar, ya que su papá no estuvo presente.
Daniel Antonio tiene dos hijas, una niña de siete años y una bebé de seis meses. La madrugada del 19 de mayo, un grupo de policías llegó a la casa e irrumpió el sueño de la familia. Daniel Antonio tenía más de un año de trabajar en una barbería de San Salvador, antes de irse al trabajo llevaba a su hija a la escuela. Su tiempo libre lo dedicaba a sus dos hijas, pasaba viendo películas con la niña mayor y apartaba dinero para llevarle alguna golosina cuando regresaba de San Salvador.
Esa madrugada él se sintió confiado de probar su inocencia e intentó calmar a su madre y su esposa ante de que los policías se lo llevaran. Ya lleva casi cinco meses detenido.
Ambos hermanos son simpatizantes del presidente de la República, Nayib Bukele. Juan Carlos Benito Benito se metió de lleno a apoyar al partido Nuevas Ideas en ambas campañas, la presidencial y municipal.
En 2020 participó en una conversación con el entonces candidato a diputado de Nuevas Ideas, Edgardo Mulato, quien grabó un video sobre la belleza del cantón Las Crucitas y dejó una publicación en la que decía: “Hablando del presente y futuro de la educación en el cantón Las Crucitas, en Panchimalco. Cada día más convencido que para sacar a El Salvador adelante, debemos apostarle a la educación integral y llegar hasta el último rincón del territorio nacional. Somos un país rico por nuestra gente”.
Juan Carlos era uno de los jóvenes que estaba sentando en esa conversación.
Gracias a su dedicación durante la campaña en apoyo al actual alcalde de Panchimalco, Jorge Mejía, logró ser contratado como auxiliar de unidad en la alcaldía. Era común que siguiera los discursos del presidente Bukele, y por eso su sobrina también sabe mucho del presidente.
El cumpleaños de la niña era el 26 de mayo. Tras el arresto del papá de la niña, su tío Juan Carlos se sintió mal de verla tan triste y la llevó a pasar un sábado a San Salvador para distraerla. A las 6:00 de la mañana del día siguiente, el domingo 22 de mayo, los policías llegaron de nuevo a la casa y se lo llevaron.
Ese mismo domingo la alcaldía organizó una celebración para las madres de Panchimalco. El diputado Mulato también estuvo ahí y compartió fotos sonriendo junto al alcalde.
La madre de Juan Carlos recuerda cómo él siempre insistió en tener un récord limpio, en enfocarse en ayudar a las demás personas de la comunidad y ser un ejemplo para su hermano menor, a quien aconsejaba para que solo se concentrara en sus estudios y en el deporte.
En 2019, Juan Carlos se graduó de bachiller técnico con opción en contaduría. Ese mismo año sacó su solvencia de antecedentes policiales. En agosto 2021 también sacó la constancia de la Dirección General de Centros Penales en la que respaldaba que no tenía antecedentes penales. Su hermano mayor, Daniel Antonio tampoco tenía antecedentes.
Tanto la barbería en la que Daniel Antonio trabajaba como la alcaldía de Panchimalco han extendido constancias en la que corroboraban que ellos trabajaban ahí.
Pese a todos los documentos recabados y las múltiples diligencias que su madre ha tenido que hacer, incluyendo dedicar parte de su venta de fruta para conseguir los paquetes para sus hijos además de ayudar al sostén de sus nietas, no han obtenido respuestas favorables para la liberación de los jóvenes.
En cambio, en instancias como la Procuraduría General de la República (PGR), la señora ha recibido desdén e indiferencia de los encargados. Incluso le han cuestionado por qué no crio bien a sus hijos, cuando ella sabe que han sido jóvenes dedicados a su trabajo y a su familia. “Me estaba acusando de mala madre, me sentí mal, porque no está tranquila que lo acusen de esa manera”, dijo.
La esposa de Daniel Antonio no ha podido trabajar ya que debe cuidar a la bebé de seis meses. Han logrado subsistir gracias a la venta de su suegra, quien todos los días debe salir desde el remoto cantón hasta San Salvador. Algunas personas de la comunidad también les han ayudado al darse cuenta del arresto de los jóvenes.
Además, a ambas les preocupa mucho la condición de la niña de seis años. Como se describió en una nota anterior publicada por la Revista GatoEncerrado, la pérdida de su padre y tío provocaron una ola de tristeza e incertidumbre. La niña pasó llorando mucho los días posteriores al arresto. En la escuela los maestros le preguntan cuándo saldrá su papá y ella tiene que responder que no sabe.
“Es bien duro así, yo siento que un niño ya va quedando con esa mente, ya lleva ese dolor cuando va creciendo. Ella va solita. Como ella ve noticias, ve todo lo que hacen y que todo eso viene del presidente. Ella me dice: ‘¿Por qué el presidente está haciendo esto?’”, dijo la mamá de la niña.