Foto/Emerson Flores
Gerardo Guerrero Larín, comisionado suplente del Instituto de Acceso a la Información Pública, ha utilizado de forma discrecional una camioneta donada por USAID, a pesar de que el reglamento interno prohíbe que los vehículos institucionales se utilicen para otros fines que no sean las misiones oficiales. Los movimientos de esa camioneta desaparecieron de la bitácora del IAIP desde septiembre 2021, que coincide con el cambio de placas de nacionales a particulares que se hizo a ese vehículo.
El comisionado suplente del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), Gerardo José Guerrero Larín, ha utilizado en distintas ocasiones una camioneta propiedad de la institución sin dejar registro en las bitácoras de entrada y salida, tal como lo documentó GatoEncerrado. El uso de esa camioneta para fines diferentes a las misiones oficiales, sin un motorista institucional asignado, viola los literales 2 y 8 de las disposiciones generales del Instructivo para la gestión de vehículos del IAIP. La camioneta, además, pasó de tener placas nacionales a placas particulares, como si se tratara de un automotor de uso privado, lo cual viola el artículo 6 del Reglamento para Uso de Vehículos Nacionales de la Corte de Cuentas de la República (CCR) que establece que los vehículos de las instituciones deben llevar las placas que les corresponden.
La camioneta 4×4 es del año 2012, marca Chevrolet, modelo Tahoe, color dorado. Los inventarios del Instituto de Acceso detallan que tuvo un valor inicial de $38,845, pero por la depreciación bajó a menos de $28,000. Cuando la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) la donó al IAIP en marzo de 2015, tenía originalmente placas Misión Internacional MI 1124, según consta en la carta de donación que señalaba la prohibición de circular el vehículo sin el debido traspaso a placas nacionales a nombre del IAIP. En ese mismo año, el Instituto hizo el cambio y las placas quedaron con el número: N 11616.
Esas placas nacionales fueron parte de los distintivos de la camioneta al menos hasta septiembre de 2021, según los inventarios revisados por GatoEncerrado a través de la Unidad de Acceso a la Información del mismo IAIP. En una de las órdenes de compras del Instituto, con fecha 24 de noviembre de ese mismo año y que están disponibles en el Portal de Transparencia, consta que la misma camioneta ya aparece con un nuevo cambio de placas, pero esta vez con las particulares P 6AD2, como si se tratara de un vehículo para uso privado. En esa orden de compra está detallado que la camioneta necesitó un mantenimiento valorado en $564.19, que fue pagado con fondos provenientes de la línea 0102 de Administración y Finanzas de la UACI del Instituto.
GatoEncerrado revisó cinco órdenes de compra, entre los periodos de febrero de 2020 a noviembre de 2021, en las cuales queda registrado que las placas de la camioneta Chevrolet cambiaron de nacionales a particulares.
El Instituto de Acceso a la Información es propietario de otros tres vehículos que mantienen sus placas nacionales, tienen logos y distintivos de la institución pegados a la carrocería y se quedan guardados en las instalaciones del IAIP cuando no andan en misiones oficiales, como lo establece el Instructivo para la Gestión de Vehículos del Instituto. GatoEncerrado también visitó las instalaciones del IAIP en los últimos tres meses para corroborar el uso de los vehículos institucionales y revisó las órdenes de compra y las bitácoras de viajes oficiales y documentó que solo la camioneta que ha utilizado el comisionado suplente Guerrero Larín ha tenido un uso distinto al que establece el Instructivo.
El inventario con el cuadro color celeste, disponible en el Portal de Transparencia, queda registrado que el vehículo propiedad del Instituto utilizado por Gómez aún aparece con placas nacionales. El segundo inventario fue enviado a esta revista por acceso a la información pública del IAIP, el 26 de abril de este año.
En las bitácoras de viajes de los cuatro vehículos institucionales del IAIP, en el periodo comprendido entre enero 2021 hasta el 25 de marzo de este año, es posible notar que los movimientos de la camioneta dejaron de aparecer desde septiembre de 2021. El último que aparece es uno con fecha del 8 de septiembre, cuando a las 10:50 de la mañana quedó registrado que fue sacada de las instalaciones por un motorista institucional para ir a la gasolinera Uno Masferrer. Ocho minutos después, la camioneta regresó a las instalaciones. Esta fecha coincide con la última orden de compra en la que quedó registro de placas nacionales.
GatoEncerrado visitó las instalaciones del IAIP el 3 y el 24 de marzo de este año y constató que el comisionado suplente llegó por la mañana a sus labores en la camioneta. En las bitácoras, no aparecen esos movimientos de la camioneta. El jueves 3 de marzo, Guerrero Larín llegó en la camioneta a las 8:35 de la mañana, antes de una audiencia oral programada para ese día, y se estacionó en el parqueo asignado a su nombre, cerca del portón principal del parqueo de la institución. El jueves 24 llegó manejando la camioneta a las 8:48 de la mañana, antes de la audiencia oral con la municipalidad de San Fernando, tal como se detalló en una publicación en la cuenta de Twitter del Instituto, aunque luego fue borrada sin ninguna explicación.
En esos mismos días, esta revista observó que los otros tres vehículos del IAIP eran manejados por motoristas institucionales, que luego de cada misión oficial los estacionaban en el parqueo asignado para los vehículos propiedad del Instituto, a diferencia de la camioneta que ha utilizado Guerrero Larín.
Tres de los cuatro vehículos propiedad del IAIP mantienen placas nacionales y son resguardados en la institución, tal como indica el Instructivo para la Gestión de los Vehículos Institucionales del IAIP 2019. Sin embargo, la camioneta Chevrolet Tahoe que forma parte del inventario del Instituto es el único vehículo de la institución que tiene placas particulares y no se estaciona junto a los otros vehículos del Instituto, sino en el lugar asignado del comisionado suplente Guerrero Larín, en el parqueo interno, tal como corroboró GatoEncerrado en las visitas al IAIP.
Dos excomisionados propietarios del IAIP, que estuvieron en funciones entre los años 2013 y 2021 y que pidieron no revelar sus nombres, explicaron a GatoEncerrado que esa camioneta, luego de ser donada por USAID, era utilizada en ocasiones excepcionales porque era “muy gastona” de combustible. Los excomisionados también aseguraron que mientras estuvieron en el Instituto nadie tenía privilegios y cada quien debía utilizar su propio transporte para llegar al trabajo y regresar a sus casas.
“Para el trabajo que tiene el IAIP no se requiere vehículo para comisionados. El trabajo que se realiza es interno”, dijo uno de los excomisionados a esta revista y agregó que “esa camioneta es gastona de combustible, por eso estaba destinada a usarse de manera excepcional, para trasladar a todos los comisionados a algún evento. Quien no quería (ser llevado), llevaba su propio vehículo”, detalló.
En el Instructivo de Uso de Vehículos del IAIP no está establecido el uso discrecional. La Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, contempla que los vehículos propiedad del Estado “deberán llevar placas específicas e inscrito un distintivo o logotipo de cada Ministerio o Institución a la que pertenecen”, excepto los clasificados de uso discrecional. De acuerdo a esta normativa, el uso de vehículos institucionales del IAIP bajo otra categoría que no es la de misiones oficiales debería ser autorizado, en última instancia, por el comisionado presidente del Instituto Ricardo Gómez.
Wilson Sandoval, especialista en transparencia, explicó a esta revista que si el uso discrecional de vehículos no está establecido en la normativa interna del Instituto, cualquier autorización es contraria a las políticas. El experto señaló que en otras instituciones se ha normado el uso discrecional de los vehículos institucionales por seguridad de sus funcionarios; por ejemplo, de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Para Sandoval, el uso de esta camioneta que ha hecho un miembro suplente de la institución, que además ha cambiado recientemente sus placas a particulares, enciende las alarmas. Agregó que, independientemente de que un vehículo sea utilizado de forma discrecional, no deberían desaparecer sus movimientos de los registros oficiales de la institución.
Sandoval planteó que el cambio de placas de la camioneta probablemente buscaba evitar la contraloría ciudadana, porque cuando un vehículo tiene placas nacionales es más fácil identificarlo y diferenciarlo de cualquier otro en circulación, de lo contrario es más difícil denunciar ante la Corte de Cuentas que es utilizado para asuntos personales, familiares y de diversión.
“El cambio de placa nacional puede parecer leve, pero no lo es, porque permite que el ciudadano pueda identificar que circula un auto del Estado y, normalmente, conducido por un funcionario público. Me parece un acto malicioso”, indicó Sandoval.
En relación al uso de este vehículo donado por la cooperación internacional, Sandoval opinó que “las agencias de cooperación donan en el sentido que puede fortalecer la institución, no para brindar lujos a un funcionario público o prebendas o algún regalo que vaya a beneficiar a algún individuo”.
Concluyó que los comisionados del IAIP fueron elegidos por la actual administración gubernamental, y que su promesa fue no repetir los patrones de los anteriores funcionarios, pero hacen “exactamente lo mismo”.
Para entender por qué ha utilizado un vehículo propiedad del Instituto, con placas particulares y sin dejar ningún tipo de registro en las bitácoras, GatoEncerrado intentó e insistió en entrevistar al comisionado Guerrero Larín y con el presidente del Instituto Ricardo Gómez, pero a pesar de las solicitudes solo hubo silencio. No fue posible saber ninguna razón, ni siquiera se trataba de alguna misión oficial o por emergencia.
El 20 de mayo de este año, GatoEncerrado se acercó al portón del IAIP para abordar a Guerrero Larín, a las 10:45 de la mañana, cuando ingresó manejando la camioneta. Inicialmente hizo maniobras para estacionarse en el lugar con su nombre, pero luego llevó la camioneta al fondo del parqueo. Al bajar del vehículo, se limitó a tomar una foto a la periodista de esta revista y entró a las oficinas sin detenerse a pesar de que escuchó que la periodista estaba en el lugar para entrevistarlo brevemente.
Ese mismo día, a las 11:30 de la mañana, esta revista envió un correo electrónico al comisionado presidente Ricardo Gómez, en el que se le preguntó por qué el vehículo pasó de placas nacionales a particulares y por qué el comisionado suplente Guerrero Larín lo utiliza en contra de la normativa interna, también se le preguntó si había otorgado un permiso especial al comisionado suplente y por qué dejaron de ser registrados los movimientos del vehículo en las bitácoras desde noviembre de 2021. Pero no respondió.
Unos días antes, el 5 de mayo, GatoEncerrado también buscó al comisionado presidente, quién se presentó a las instalaciones del IAIP a las 10:51 de la mañana, pero ignoró la presencia de los periodistas cuando quisieron hacer la consulta.
Esta revista envió otro correo electrónico a la Unidad de Comunicaciones del IAIP el pasado 14 de junio, con el detalle de los hallazgos para obtener explicaciones. Sin embargo, no se obtuvo respuesta. GatoEncerrado volvió a las instalaciones del Instituto este 16 de junio para insistir en una declaración del comisionado Guerrero Larín, pero el encargado de Comunicaciones dijo que los funcionarios se encontraban en una actividad.
El ascenso de Gerardo Guerrero Larín al Instituto de Acceso a la Información Pública estuvo marcado por denuncias de irregularidades en su proceso de elección. Fue propuesto en agosto de 2020 por la Asociación de Periodistas Independientes de El Salvador (Aspies), a pesar de que no era periodista y trabajaba como jefe del Departamento Jurídico y de Resoluciones Catastrales de la Alcaldía de San Salvador.
Fue colocado en el puesto como suplente del entonces comisionado propietario Luis Javier Suarez Magaña, quien entonces trabajaba para el gobierno de Nayib Bukele como gerente de operaciones y encargado de la unidad género ad honorem de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET). Aunque actualmente, Suárez Magaña es uno de los magistrados impuestos de la Sala de lo Constitucional de la CSJ, desde el 1 de mayo de 2021, cuando la nueva Asamblea Legislativa dominada por Nuevas Ideas destituyó a los magistrados de la Sala y colocó en su lugar a abogados afines al bukelismo.
Ambos, Suárez y Guerrero Larín, fueron juramentados como comisionado propietario y suplente del IAIP por el presidente de la República en septiembre de 2020. El 23 de febrero de 2021, el Centro de Asesoría Legal Anticorrupción (ALAC), demandó al presidente Nayib Bukele ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la CSJ, por supuesta elección ilegal del cargo de Suárez y Guerrero Larín. ALAC argumentó en ese momento que en el proceso se debieron presentar tres candidatos en la terna por el gremio de periodistas, pero solo se presentaron dos. A pesar de ello, la Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia de la República siguió el proceso de elección.
En su hoja de vida, Guerrero Larín dice que fue colaborador jurídico en calidad de meritorio en la Unidad de Procedimientos Legales de Tránsito, Transporte y Carga, y colaborador del Departamento Jurídico de la Dirección General de Tránsito desde agosto 2004 hasta diciembre de 2007.
También fue jefe del Departamento Jurídico de la Dirección General de Tránsito, del 20 de abril de 2007 al 4 de mayo de ese año. Además, fue jefe del Registro Público de Vehículos Automotores de enero 2008 a diciembre de 2009, en el cual dirigía el registro público de vehículos automotores, inscribía títulos sujetos a matrícula sobre propiedad de vehículos automotores en todo el país, “para garantizar y tutelar los derechos de los adquirentes de los vehículos con la debida calificación registral de los documentos señalados en la ley”.
Además del uso discrecional de esta camioneta que ha hecho Guerrero Larín, el presidente y los demás comisionados del IAIP se aumentaron $700 en gastos de representación.
Los actuales comisionados también cambiaron de domicilio las oficinas del IAIP en octubre de 2021. Ahora están ubicados en la exclusiva colonia San Benito, en un edificio en el boulevard del Hipódromo, por un monto mensual de $20,340.00 en arrendamiento.
En relación al papel del IAIP como vigilante del cumplimiento del acceso a la información de la ciudadanía, no ha hecho nada con respecto a las más de 281 reservas de información realizadas en las instituciones gubernamentales. El mismo comisionado presidente Ricardo Gómez promovió mantener en reserva comprobantes de declaración patrimonial de Bukele.