Foto/Casa Presidencial

Reclamos y promesas escritas en el aire: así fue la reunión de Bukele con representantes de sociedad civil

Cuatro representantes de las organizaciones de sociedad civil que participaron en una reunión privada con el presidente Nayib Bukele hablaron con GatoEncerrado. Contaron algunos detalles de lo que se discutió y las respuestas y reproches del mandatario. Entre algunos de los temas que el presidente deslizó sobre la mesa está su preocupación de bajar en popularidad y por eso ha solicitado a su consejo de ministros una reunión para ver cómo vuelve a subir en popularidad. La sorpresiva reunión con las organizaciones de sociedad civil, a quienes Bukele ha atacado en el pasado por su postura crítica, tuvo lugar este 30 de julio en parte por mediación de la embajada de Estados Unidos en El Salvador.

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Por Karen Moreno

@KarenMorenoPala

Diez representantes de nueve organizaciones de la sociedad civil fueron citados por el presidente de la República, Nayib Bukele, en Casa Presidencial para participar en una reunión. La invitación era escueta, llegó con un solo día de anticipación, no mencionaba el motivo o los temas a conversar y el único detalle que contenía era que estaba prevista para las 4:00 de la tarde del pasado 30 de julio. Aunque, fiel a su costumbre, el mandatario llegó con una hora de retraso, escoltado por unos ocho militares vestidos de gala, quienes le hicieron reverencia.

Entró al salón de honor presidencial Óscar Arnulfo Romero de Casa Presidencial, donde los representantes de las organizaciones ya tenían una hora esperando. Antes de sentarse, chocó el puño de los asistentes y detrás venían siguiéndolo la canciller Alexandra Hill Tinoco, la secretaria de comunicaciones Sofía Medina y el jefe del Estado Mayor Manuel Acevedo. Este último no tomó asiento, pero se mantuvo presente en la reunión, como si fuera la sombra del presidente; tal como ha ocurrido en ocasiones como la invasión militar del el 9 de febrero de 2020. 

Los invitados representaban a las organizaciones, conocidas por sus iniciales como Cristosal, Ormusa, DTJ, Funde-Alac, Fundaungo, Icefi, UFG, Idhuca, Fusades y Acción Ciudadana, quienes han sido calificadas públicamente por el presidente como “organizaciones fachada” por su postura crítica ante las acciones del gobierno. De hecho, un día antes de la reunión, el presidente atacó a Eduardo Escobar, uno de los representantes de Acción Ciudadana, a través de un video que publicó en Twitter.  Escobar contó a GatoEncerrado que al final no le fue permitido asistir a la reunión porque la carta fue rotulada con el nombre del expresidente de la asociación. Cuando preguntó si podía sustituir al expresidente, los de protocolo de Casa Presidencial respondieron que la invitación era “intransferible”.

Cuatro de los nueve representantes de organizaciones, que decidieron asistir, contaron por separado y en momentos distintos a GatoEncerrado que fueron para exponer temas de interés para el país y que llegaron con bajas expectativas de que eso pudiera incidir en la situación nacional. También relataron que para evitar llegar a ciegas a la reunión, indagaron las razones que motivaron la convocatoria. Así que miembros de las organizaciones hicieron llamadas a sus contactos del Departamento de Estado de los Estados Unidos y descubrieron que se debió a la presión de la embajada estadounidense en El Salvador, como parte de la hoja de ruta establecida desde que Jane Manes regresó al país como encargada de negocios. Para corroborar este dato, GatoEncerrado también consultó a la embajada, quien respondió que “apoya todo tipo de diálogo constructivo entre el gobierno de El Salvador y los diferentes representantes del ámbito político, sector privado y la sociedad civil”.

Una de las organizaciones invitadas que decidió no asistir fue Tracoda, que tuiteó que asistiría hasta que “se garanticen los mecanismos adecuados para lograr procesos transparentes, participativos y con propósitos claros”. Por su parte, Saúl Baños, de Fespad, explicó a esta revista que no acudió porque “consideramos que era lo más prudente y consecuente”.

 Una reunión “tensa”

La reunión fue privada y grabada solamente en audio por el personal de Casa Presidencial. Al iniciar, lo primero que Bukele mencionó fue que quería escuchar a los voceros, aunque en realidad “no ocurrió un diálogo ni una negociación”. Fue una reunión “tensa, pero en el marco del respeto”, en la que el presidente calificó de “intelectuales soberbios” a los asistentes.  Durante el desarrollo de la reunión, los participantes aprovechaban para hacer los planteamientos de la agenda del movimiento social y Bukele reaccionaba o ignoraba partes de la exposición, se extendía el doble o el triple de tiempo, tomaba apuntes y en algunas ocasiones simplemente se limitaba a ver la pantalla de su iphone.

El trato por parte de la administración actual hacia las voces críticas y organizaciones ha sido tan hostil que los representantes de las asociaciones prefirieron no llevar sus celulares y ni siquiera probar un bocado del salmón que les sirvieron.

En su primera intervención, Bukele dijo que ha existido un problema de comunicación entre su gobierno y las organizaciones y les reprochó que nunca habían emitido un comunicado diciendo algo bueno de su gestión. José Marinero, presidente de Democracia Transparencia y Justicia (DTJ), respondió en su participación que el rol de la sociedad civil no es adular al gobierno, sino ser vigilante de sus acciones. Añadió, entre sus preocupaciones, el descabezamiento de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), pero ese fue uno de los tantos temas que Bukele “ignoró olímpicamente”, según describió Marinero a GatoEncerrado.

Las consecuencias de tener una postura crítica fueron explicadas por el mandatario a través de una metáfora: Si siembras maíz, vas a cosechar maíz; si siembras frijoles, vas a cosechar frijoles. Así que la reacción lógica de los cuestionamientos hacia las acciones del gobierno es encontrar el rechazo de las mayorías.

“Si queremos dejar de ser rechazados, deberíamos cultivar frijoles y eso significa, creo yo, según la metáfora (del presidente), apoyar al gobierno”, relató a esta revista Noah Bullock, director ejecutivo de Cristosal.

Otro de los temas que el presidente mencionó durante la reunión fue su popularidad. Mantener la popularidad es una de sus prioridades y por eso mencionó que la encuestadora Cid-Gallup indicaba que la aprobación de la población estaba abajo del 90 %. Aunque todavía es una de las más altas del continente, el presidente reconoció que le preocupa bajar, así que reveló que ha solicitado una reunión con el consejo de ministros para idear cómo volver a subir. 

El representante de Cristosal aprovechó para sugerirle utilizar su liderazgo en función de las transformaciones que el país necesita, desmantelar estructuras machistas, garantizar respeto a la comunidad LGBTI, en lugar de generar un daño innecesario a través de sus discursos, como el que pronunció en su primera visita en El Mozote, en diciembre de 2020. Ese día, Bukele afirmó que los Acuerdos de Paz, que sirvieron para poner fin a 12 años de conflicto armado, fueron una “farsa”.

Bullock relató que el presidente respondió que había revisado su discurso en El Mozote, porque ha sido uno de los más criticados por las “élites”, pero por más que buscó no encontró razones para criticarlo. De hecho, mencionó que en ese lugar ganó las elecciones. Agregó que piensa que no tiene tanta incidencia en las opiniones del pueblo, sino que sus discursos reflejan el pensamiento del pueblo.

La enorme imagen de monseñor Óscar Arnulfo Romero, colgada detrás del presidente, contrastaba con el tono de rivalidad y la presencia militar en el salón. Así que por curiosidad, el representante de Cristosal preguntó cuál es la visión teológica de Romero que lo ha influido, a lo que Bukele contestó que el rol de los medios de comunicación de aquel momento era ser un instrumento de la oligarquía. Al parecer, según Bullock, estaba haciendo referencia a la homilía del 15 de febrero de 1980, cuando el religioso mencionó que “la noticia es manipulada, se silencian hechos graves que comprometen a la oligarquía, se tergiversan las noticias relacionadas con la represión y la víctima es presentada como culpable”. Tras esa respuesta, Bullock recuerda que se llevó la mano a la frente: ¿Por qué de todas las frases de Monseñor escogió esa?

“(El presidente Bukele) mencionó el martirio de Monseñor, que murió, no por ser corrupto, sino por haber confrontado el poder fáctico de aquel momento. Creo que el presidente se ve haciendo algo similar, como un líder en el país retando un sistema antiguo de poder (…) En el pasado hay grandes estructuras de corrupción, de abuso de poder, que permite que Nayib surja como una alternativa, pero el problema es que no está dispuesto a ver que él mismo está reproduciendo en su gobierno estas estructuras de corrupción y retrocediendo a patrones de ejercicio del poder que en el pasado llevó a terribles consecuencias”, dijo Bullock de Cristosal.

Sobre la base de las tasas de aprobación y victorias electorales, el representante de Cristosal propuso al presidente no perseguir penalmente a las voces críticas ni atacar a periodistas. Bukele, por su lado, se comprometió a hacerlo. “Yo no lo creo, hasta que no vea cumplir sus promesas”, enfatizó el representante del DTJ a esta revista.

Ricardo Castaneda, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), señaló informes sobre la degradación de los bonos, como un indicador de la falta de una política fiscal clara. El presidente refutó con un informe del Banco de América, acusó a Icefi de tener un análisis sesgado e incluso respondió de la manera que más le gusta: tuiteando. Minutos después, publicó en su cuenta de Twitter, a las 7:03 de la noche, que “el consenso mundial es que nuestro país crecerá 4.3 % este año, nuestro Gobierno es optimista y creemos que crecerá 6 %”.

La firma calificadora Moody’s informó ese mismo 30 de julio que la calificación crediticia del país ha caído de calificación de Ba3 a Caa1; es decir, es considerada como “bonos basura”, con alta probabilidad de impago, y que el país está en una posición fiscal vulnerable. En el documento también hizo referencia al retiro del gobierno de la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (Cicíes), la destitución del fiscal y los magistrados de la Sala de lo Constitucional el 1 de mayo y la aprobación del bitcoin como moneda de curso legal, como “medidas que reflejan el debilitamiento de la gobernabilidad en El Salvador, aumentando las tensiones con los socios internacionales”.

El mismo documento que compartió en su cuenta de Twitter señaló como riesgos del panorama la cancelación de las negociaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el deterioro de las relaciones con Estados Unidos, gobernanza, falta de disciplina fiscal, crecimiento más bajo de lo esperado, aumento del salario mínimo y adopción del Bitcoin.

Wilson Sandoval, coordinador del Centro de Asesoría Legal Anticorrupción (Alac), expuso a Bukele que hay un problema de nepotismo en el gobierno actual y que se ha incrustado en la función pública, un patrón que viene de las administraciones anteriores, lo cual es consecuencia de la falta de integridad, que a su vez genera la percepción entre la población del “nepotismo bueno”. Sin que Sandoval mencionara nombres específicos, el mismo Bukele respondió que su hermano Yamil Bukele está en el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (Indes) por méritos. 

“Mencionó amigos y familiares que están con él en la administración pública porque conoce cómo trabajan y que confía en ellos. Que algunos han salido buenos y que otros han salido malos, pero (dio a entender que) esa es la razón principal por la que están ahí, por un tema de confianza”, recordó Sandoval.

Entre los nombres que mencionó como parte de ese círculo cercano está Carolina Recinos, actual jefa del gabinete del Gobierno y señalada por el Departamento de Estado en la Lista Engel por hacer uso indebido de fondos públicos para su beneficio personal y porque “participó en un importante esquema de lavado de dinero”.

Además de prometer abstenerse de perseguir las voces críticas, Bukele hizo otra promesa. El Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu) ha sido poco menos que una institución invisibilizada. Esta institución además ha sido señalada recientemente por destituir de manera irregular a seis coordinadoras. Cuando Silvia Juárez, coordinadora del Programa hacia una vida libre de violencia para las mujeres de Ormusa, cuestionó que “¿cómo era posible que la única institución dedicada a la rectoría de las mujeres, que son más de la mitad de la población, tuviera de los menores presupuestos de todas las instituciones públicas?”. Ante la intervención de Juárez, a Bukele se le ocurrió una idea: miró a la canciller Alexandra Hill y le ordenó instalar una mesa específica para el tema y se comprometió a duplicar el presupuesto.

Ningún estudio, ningún comentario, ninguna autocrítica. Habló de duplicarlo y a la espera queda si habrá cumplimiento, según Juárez. Este compromiso contrasta con la modificación del presupuesto anual en 2021, cuando el Isdemu pasó de tener más de $6.1millones asignados a un poco más de $4 millones. Para Juárez no sólo es importante aumentar el presupuesto, sino tomar decisiones en beneficio de las mujeres a través de políticas públicas.

La especialista también apuntó que no pueden haber discursos triunfalistas por la disminución de homicidios cuando han ocurrido hechos como el de Chalchuapa, en Santa Ana, donde se descubrieron fosas clandestinas con cadáveres de mujeres y niños. Asimismo, los feminicidios han aumentado en un 80.7 % entre enero y junio de este año en comparación con el mismo periodo en 2020, según datos obtenidos por esta revista a través de acceso a la información pública de la Fiscalía General de la República (FGR).

En la reunión, con el presidente se acordó tener una segunda convocatoria después de las vacaciones agostinas para definir la metodología de las mesas de trabajo en los temas de derechos de las mujeres. Tanto Bullock como Juárez esperan una participación más amplia del movimiento social de mujeres. Además de una mesa con agenda específica de mujeres, habrá una sobre medio ambiente, aunque sobre esta no hubo detalles.

Antes de finalizar la reunión y mientras el tiempo transcurría, dos de los representantes dijeron a esta revista que percibieron que la sesión se estaba dilatando innecesariamente. Los representantes de las organizaciones convocaron a una conferencia de prensa a las 6:30, pero como la reunión se dilató llegaron a la conferencia hasta las 8:00 de la noche. Dos de los participantes consultados consideraron que pudo haber una táctica dilatoria para retenerlos. Este primer acercamiento con Bukele provocó críticas negativas entre la población, pero los asistentes están convencidos de que “no es ingenuo ir a una reunión, más bien es un deber”, finalizó Bullock.

Para hablar sobre las frases de Bukele, que los cuatro representantes de las organizaciones mencionaron, GatoEncerrado buscó al secretario de Prensa de la Presidencia, Ernesto Sanabria, a través de WhatsApp, pero al cierre de esta nota no contestó.

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